miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tu trasero

Quiébrate, levántalo,
haz que todas tus fermonas
salgan por los poros 
de tu trasero.

Lengüetazo.

Exhíbelo, colócalo
completamente listo,
dispuesto a mis sentidos,
un cañón a punto 
de ser penetrado.

Que me lloren los ojos
del placer, que me duela
no tener el pene 
sobre mi cara.

Quiebra tu espalda,
sé que quieres gozarme
mirarte y gemir
cuando lo haga.


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