Tenía que ser yo libra,
la balanza para necesitarte;
tengo deseo, ambición, ira
y otros mil demonios.
Me mantienen autista,
desobligado y con la cabeza
de lado.
Tenías que ser tú, amor,
que sólo tú pesas
para equilibrar mi mirada
y estabilizar mis entrañas.
Tenías que ser tú
con tus caricias,
esas manos de niña
y tus miradas.
Amor tenías que ser,
mi amor, tú,
que mantienes a flote
mis palabras.
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