Tenías que ser tú

Tenía que ser yo libra,
la balanza para necesitarte;
tengo deseo, ambición, ira
y otros mil demonios.

Me mantienen autista,
desobligado y con la cabeza
de lado.

Tenías que ser tú, amor,
que sólo tú pesas
para equilibrar mi mirada
y estabilizar mis entrañas.

Tenías que ser tú
con tus caricias,
esas manos de niña
y tus miradas.

Amor tenías que ser,
mi amor, tú,
que mantienes a flote
mis palabras.

Baja la mirada

Sube, sube, sube muy alto,
construye un rascacielos
y deja que la vista
tan alta
te la ponga muy dura.

Sube, sube, sube,
la mejor vista
está hasta arriba.

Pero no olvides
que si quieres gozar
la tierra debes mirar
hacia abajo.

Párate derecho,
mira hacia arriba,
mira hacia enfrente
y mira los labios
de tu mujer.

Párate derecho,
baja la mirada
y mira las tetas
que tienes enfrente.

Baja un poco más
y para qué te cuento,
baja mucho más la mirada...
                         el final es una erección.

Tu trasero

Quiébrate, levántalo,

haz que todas tus fermonas

salgan por los poros 

de tu trasero.

Lengüetazo.

Exhíbelo, colócalo

completamente listo,

dispuesto a mis sentidos,

un cañón a punto 

de ser penetrado.

Que me lloren los ojos

del placer, que me duela

no tener el pene 

sobre mi cara.

Quiebra tu espalda,
sé que quieres gozarme
mirarte y gemir
cuando lo haga.