sábado, 31 de mayo de 2014

Lo más difícil

Triste mi cabeza
se esconde la paz,
condena perpetúa
de la actividad neuronal.

Un trago de dolor
entre mi nariz y mi boca,
un sabor a enfermo
que se sabe coherente.

Matar el amor
o conquistar los defectos
que odia mi ser.

Lo más difícil 
es buscar el ritmo
entre cartón y polvo.

Un cuadro metálico 
recorre mi sangre
y el calor en mi garganta
alivia mi alma.

Maldita paz
que envicia mi carne,
maldita paz 
que me impide callarme.

Lo más difícil 
es sentir que mis latidos 
perdieron su ritmo.

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