que cautivan mi mirada,
me distraen de la naturaleza
que surge de los pies
de una dama.
Cambiar las estrellas
por suave tierra,
realidad verde
y espíritu volante.
Pisar desnudo
las piedras
y soñar junto
a los canes sobre
el asfalto.
el asfalto.
Adiós a esa cómoda
imaginación mía,
y mentira verdadera.
Adiós a ti mujer
que jamás amaremos
la carne del otro,
adiós a forzar
adiós a forzar
los latidos del corazón,
adiós a las estrellas
que jamás cumplen
deseos.
adiós a las estrellas
que jamás cumplen
deseos.
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