Veo
paz y sosiego,
limitación y utopía.
Y aquí me quedo
viendo el cielo,
que nos mira
y
siente lástima.
Lástima aquellos
que envidian,
lastima aquellos
que viven.
Día y noche
el cielo es eterno,
eterno tranquilo,
eterno narciso.
Vivo debajo del cielo
que a nadie presume,
pero que envidia tengo.
pinche Medin escribes bien bonito
ResponderEliminarlamento ensuciar tu bello escrito con mis guarradas, no lo pude evitar...
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