lunes, 13 de junio de 2011

Tengo ganas de que

Escondas tu pena
y exhales tus ganas
de tenerme en la cama.

Uno a uno toquemos,
miremos y gocemos de
un amor convertido en guerra.

Tu cuerpo y el mío sean
campos donde fluya pasión
y de desborden los ríos.

Mis brazos sean el cinturón
de tu belleza y mis manos,
lengua y vista pecadores
de ejecutar la lujuria.

Tus senos sean montañas
donde alcance el cielo
y cada estrecho orificio de tu cuerpo
un cráter donde hierve el deseo.

El tiempo sigua pero
el placer no termine.

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