domingo, 20 de diciembre de 2015

Te amé ayer

Te amé ayer
que escapamos
de las multitudes,
te amé porque
soy enamoradizo
y tu cuello era irresistible.

Dejamos el brindis
a un lado y nos vimos
el alma a traves
de un jarrón de vidrio.

Es invierno
y me hacía falta
tu saco de huesos
para calentar el mío.

Pero es que tu altura
era perfecta para coger
parados y tus pechos
eran perfectos
para sacudirlos
sobre el lavabo.

Te amé ayer
con tu vestido desvestido
y con esa nada que cubría
tus nalgas.

Te amé porque
preferiste mis besos
y mis caricias
a perder el tiempo
intentando sacarme a bailar.

Pero es que tu cabello
era perfecto
para restregármelo en la cara
y tu voz era perfecta
a capela de nuestros orgasmos.

Es invierno
y me hacía falta
tu costal de huesos
para calentar el mío.


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