domingo, 24 de agosto de 2014

Hablé con una virgen
entre sus piernas,
como siempre mi lengua
se me adelantó.

Hablé de amor
entre su aroma,
entre su corteza
y la ablandé.

Hablé de condones
con sus besos y le gustó,
me pidió un último
halago para su entrepierna,
después se marchó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario