en tu rostro pecoso,
es una gota que pasó
y se le cayó al la luna.
Es una estrella
que imita una lágrima,
una de esas que astuta resbala.
Bajó más que las otras
y se inmortalizó en el mármol
de piel que cubre tu rostro.
Pero qué ocio del astro
nocturno
que decidió pintarte su seña
y mejoró a la belleza perfecta
con detalles lunares.
Lunas en tus ojos,
luna bajo tu nariz,
lunas por tu piel.
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